Esperanzas.
Por amor.
[…]
Él: ¿Te puedo abrazar?.-Le dijo con gran entusiasmo.
Ella: Si.- Un si muy tímido, por dentro sabia que me moría de ganas.
Él: ¿Y darte un beso hermosa?.- Mientras acercaba su cara de enamorado sobre la de su amada.
Ella: eso se roba.- Mientras me reía ruborizada, mi sonrisa fue devorada por los labios de él. En ese momento mi corazón estalló y estoy segura que lo sintió y desde entonces, sabe a quien le pertenece.